Julián ha luchado contra el aburrimiento de todas las maneras posibles. Desde que le diagnosticaron hepatitis, ha recreado en su cabeza conversaciones imaginarias entre ostras que no tienen nada que hacer, ha buscado formas fantasiosas en las manchas de la pared, ha lanzado mocos al aire. Pero es feliz porque no tiene que ir a la escuela. Y por nada del mundo se acercará a los libros: no leerá, no escribirá reportes, no pensará en la tarea. ¡Por supuesto que no! Por su parte, Isa no se detendrá hasta encontrar a las heroínas de la literatura que le ayuden a demostrar que para celebrar sus quince años no es necesario que haga dieta y se ponga un vestido que jamás volverá a usar. Pero en estas páginas también aparecen ágiles espadachines, monjes detectives, replicantes muy humanos y niños perdidos en islas desiertas que saben bien que leer es una forma de resistir.

En
los últimos meses me he perdido a mí misma de mil maneras distintas, desde lo
superficial hasta lo espiritual; es por ello que una vez que pude terminar “cómplices”
pude regresar a sus páginas y decir –gracias-.
Benito
Taibo nos muestra una parte de nosotros mismos, aquellos seres humanos que
forman parte de lo que la sociedad etiqueta como “lectores”; tal como lo dice
la portada, -Esta vez la aventura es leer- pese a la advertencia, las páginas nos llevan
por un camino que ya conocemos, con un prototipo de persona que reconoces y con
la que es inevitable identificarse pues de ellos hay miles a nuestro alrededor
todos los días.
Las
historias van desde aquellos tropiezos emocionales, enfermedades comunes,
emociones y sentimientos únicos, percepciones diversas sobre la vida y los
acontecimientos y nos llena de aquello a lo que nosotros llamamos “libros”.
Es
una muestra del alcance que la lectura puede tener en cada persona, una muestra
de las maravillas que un libro te obsequia, de las necesidades que un libro
elimina y sobre todo del verdadero valor que le damos a una historia.

Esta
es una historia sobre otras historias donde la aventura real somos nosotros mismos
y el valor de las palabras.
Los
personajes son tan variados y los contextos tan diferentes que tenemos todo,
amor, desdichas, aventuras, risas, lágrimas, toda clase de sentimientos a los
que día a día estamos expuestos. Por ello es que no puedo referirme al libro
por la historia general o las características de ellas, esta vez debo regirme y
mencionar aquello que se nos regala a través de sus páginas y del objetivo que
ellas tendrán al llegar a las manos de quien lo necesite.
Benito Taibo sin duda, conoce la
mejor forma de llegar a los lectores y esta vez logro hacer un clic enorme
hablando de lector a lector.
¡Feliz lectura divaneros!
Nos leemos pronto.
Hola, tengo que leer a este autor... todo el mundo habla maravillas de el ^^
ResponderBorrarNo había escuchado nada de este libro, pero me has dado ganas de leerlo, muchas gracias por tu aporte!
ResponderBorrarMe parece muy bonito esto de que el libro te ha echo volver a "encontrarte".
Un beso :)
¡Hola!
ResponderBorrarTengo muchas ganas de darle una oportunidad de una vez por todas a este autor.
¡Un abrazo!
¡Hola! Suena muy bien pero no es un libro de los que leería, gracias por la reseña, besitos!
ResponderBorrar¡Hola! Quiero leer algo de este autor y me llama este libro y Persona normal. ¡Un beso!
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