Eres
un cabrón. Como puedes jugar con las personas de una forma tan cruel; como
logras ser tan prepotente y cegar a cada persona que llega a tu vida. Eres un
cabrón sabes.
Quisiera
borrar de mi cuerpo todas tus caricias o aquellos toques que yo considere como
tal, alejarme del perfume de tu piel y de tu cabello suave que se mece contra
el viento. ¿Recuerdas las promesas que no me hiciste? O ¿Recuerdas aquellas
palabras que sin ser promesas prometían más de lo que podías dar? ¿no? Bueno,
yo lo recuerdo. Ansiaba que esas palabras tuvieran fecha, que provocaras en mí
esos nervios que me hacían parecer tonta y pequeña. Quiero arremeter contra ti,
saciarme de tu sangre y revolcar mis sentimientos en cuatro paredes hasta que
terminen saliendo por la rejilla de la puerta de mi habitación; cabrón, no
encuentro un mejor sobrenombre para ti, porque si uso tu nombre real sabrás que
sigo aquí, esperando tu llamada a las seis de la mañana y entonces pensaras que
estoy lista para ti.
Estoy
prendida de tu sonrisa torcida, de esa imagen que añoro todos los días, de la
forma tan ruda en que mordías mis mejillas, mis hombros, mis labios, mis senos;
de la forma en que sabias que deseaba más,
que quería más, que ansiaba más…
Cada
sentimiento de mi piel adoraba cuando me permitías imaginar que me querías,
cuando enredabas tus manos en mi espalda desnuda y me animabas a creer que podrías
quererme durante unos segundos; esos, esos eran los segundos más maravillosos
de mi vida.
Tengo
una razón para hablar sobre esto, tengo una razón por la que nunca pedí más, tenía
una razón para no pedir una cita, una cena, una noche, una película o para
caminar por ahí; tenía una razón que justificaba que yo no pudiera anhelar más
de lo que podías darme, más de lo que podías regalarme, más del tiempo que te
sobraba y decidías utilizarlo conmigo; no para mí, para ti, siempre fue para
ti. Y sin dudar lo aceptaba, sin importar el viaje largo que hiciera para
llegar a ti, sin pensar en los pocos o muchos minutos de tu tiempo que me eran
obsequiados, porque yo, porque yo los deseaba con toda mi alma, porque mi mente
viajaba más rápido que mis pies y porque mi ingenua mente brincaba de la mano
con mi corazón por esos pequeños instantes.
¿Y
tenía una razón sabes? Una razón para no darte problemas, para no sentir celos,
para no pedir explicaciones, para no molestarme contigo… tenía una razón para
ser sumisa, para ser la sombra, para ser nada a tu lado; y es que tú me
convertiste en una puta, me diste un lugar, me diste un numero… y ese número lo
quise como si fuera el mejor número.
Porque
cuando tu decías “eres fabulosa” yo creí que era fabulosa en todos los
sentidos, porque cuando decías imagina lo que quieras, podía volar y sentir que
me alcanzabas… porque cuando decía “voy a correr tan deprisa que ni siquiera podrás
alcanzarme” mi cabeza escuchaba “te alcanzare” pero tus labios decían “vete si
quieres, pero cuando vuelvas no estaré más aquí”
Eres
un cabrón, eres un cabrón y te odio, te odio con todo lo que tengo para
odiarte; pero aprendí a odiarme más a mí misma por aceptar ser solo una puta
para ti, por aceptar ser sumisa, por ocultar mis sentimientos y por fingir que
nada de lo que decías o hacías dolía. Tenía una razón para no decir que te
amaba, para no correr a tus brazos, para no llamar cuando te extrañaba, tenía
una razón para no decir “quiero verte” y esa razón estaba contigo, esa razón
era la que te mantenía ocupado, existía una justificación para lo que hacía,
para lo que decías, y, es que yo solo era la otra, la puta, la zorra, la estúpida
y tú, tú eras un cabrón que solo me atrapo y me mostró lo real y lo frío que se
siente ser la otra.
Muy duro pero muy bien escrito¡¡
ResponderBorrarÁnimo¡¡ y un beso enorme¡¡¡
Gracias Francis.
BorrarUn beso
Hola guapisima! La verdad es que me ha encantado. Es bastante duro, pero tu forma de escribir me ha enamorado. De verdad que tienes mucho talento. Se me han puesto todos los pelos de punta mientras leia. Espero pronto leer más cositas tuyas.
ResponderBorrarMuchos besitos guapa♥
Muchísimas gracias por tus palabras Soñadora, me vienen en el mejor momento.
BorrarUn abrazo
La cruda realidad en muchad ocasiones. Ha estado bien ^^
ResponderBorrarBuena entrada :3
Gracias, un abrazo.
Borrarholaaa!!!
ResponderBorrarMe encanto, fue un relato maravilloso, muy expresivo y mur duro
saludos
Gracias Kassandra.
BorrarUn beso
Hola!
ResponderBorrarMe ha encantado como has descrito perfectamente todos los sentimientos que tenemos cuando nos hacen daño, espero poder leer más de tus escritos, eres increíble, todos quisiéramos decir estas palabras a la persona que nos ha hecho tanto daño.
Muchos besos, nos leemos.
Hola!
BorrarMuchísimas gracias por tus palabras... es duro aceptar y decir lo que queremos, pero es mas difícil sacar lo que tenemos dentro guardado bajo llave.
Un beso.
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ResponderBorrarPreciosas palabras. Tienes frases tan llenas de sentimiento y verdad que me han conmovido. Sigue escribiendo porque lo haces genial.
ResponderBorrarPor otro lado, espero que lo que has escrito sólo sea literatura y que ese dolor sea una historia ficticia ;-)
Gracias Gemma, un verdadero honor leer tu opinión sobre lo que hago; una motivación que me hacía falta y que quizás hasta hoy pude leer... Como siempre lo he dicho todo lo leemos o conocemos cuando lo necesitamos.
BorrarGracias